Cuando hablamos de habilidades fonológicas nos referimos a la capacidad de reflexionar sobre los sonidos de la propia lengua. Es decir, de la habilidad para pensar y manipular sobre ellos con la finalidad de adquirir conciencia de sus segmentos sonoros.
Esta práctica se consigue mediante ejercicios y juegos sobre la secuencia de sonidos que forman las palabras, practicando distintas tareas.
Jugar con rimas.
Contar sílabas o fonemas
Separar y aislar sílabas o fonemas.
Saber la posición de los fonemas
Distinguir cuales son iguales y cuales no.
Añadir sílabas o fonemas.
Omitir sílabas y fonemas
Invertir sílabas y fonemas.
Cambiar el orden.
La relación entre conciencia fonológica y lectoescritura es bidireccional puesto que la conciencia fonológica favorece la adquisición de la lectoescritura y su enseñanza desarrolla dicha conciencia.