El educador Alejandro Spiegel analizó cómo aprenden los jóvenes universitarios hoy. Retos para la capacitación docente.
«Los alumnos no creen que necesiten saber sobre las nuevas tecnologías porque les alcanza con saber manejarlas. Los docentes deben darles a los estudiantes desafíos cognitivos que les permitan construir conocimientos. El desafío que tienen es darles buenas consignas». El concepto pertenece al doctor en educación Alejandro Spiegel, y lo compartió en la conferencia «Jóvenes y TIC: nuevos y viejos desafíos de la universidad para incluir, enseñar y formar», que ofreció la semana pasada en Rosario, donde también invitó a «utilizar las tecnologías móviles como recursos para aprender». La actividad estuvo organizada por la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (Fagdut), en el marco de su Programa de Capacitación Gratuita.
Spiegel también se desempeña como consultor internacional y dirige el grupo de investigación Tecmovae (Tecnologías Móviles Aplicadas a la Educación) y la licenciatura en tecnología Educativa de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de San Nicolás. Tras realizar una investigación en alumnos ingresantes de esa faculta regionales reveló que «más del 90 por ciento de los estudiantes de primer año poseen una tecnología móvil», ya sea por el Plan Conectar Igualdad o por la proliferación de dispositivos móviles; pero sin que en la universidad nadie les pida que traigan la notebook, tablet o celular a clases.
Explicó que los estudiantes de igual forma utilizan las tecnologías móviles para comunicarse entre ellos o para resolver tareas. «Hay alumnos que nos dijeron que cuando les surge alguna dificultad en lugar de ir a clase de consulta van a Youtube a ver la explicación que ha subido otro alumno. Ingresan en este portal antes que a Wikipedia porque buscan imágenes, explicaciones en forma de videos», aseguró Spiegel.
Buenos recursos. «Hay que utilizar las tecnologías móviles como recursos para enseñar y aprovechar la información que nos provee internet. Debemos enseñar cómo construir conocimiento, cómo mapear esas fuentes de información e integrar lo nuevo. El desafío docente hoy es dar buenas consignas», reflexionó Spiegel y remarcó: «Saber manejar la tecnología es manejar rápidamente la interfaz — refiriéndose al espacio de contacto entre el usuario y la computadora—, pero no es igual a saber cómo podrían funcionar como recurso didáctico».
El investigador expresó que las propias pantallas enseñan cómo se deben usar porque son «fáciles y amigables». «Todas las interfaces tienen una determinada gramática que se replica y las hacen más «transparentes». Esto genera que desaparezca la dificultad de uso y por eso los chicos se sienten cómodos y amigables con la tecnología», argumentó. Además describió que los jóvenes prefieren las pantallas como soporte de información porque «en ellas leen lo que les interesan o lo que les ofrecen».
En este sentido, Spiegel compartió que de otra investigación realizada en la Universidad de Buenos Aires (UBA) se desprende que el 70 por ciento de los jóvenes aprendieron solos, en su hogar o con amigos a usar las herramientas digitales y los buscadores más apropiados. El relevamiento también pone en evidencia que el 60 por ciento de los jóvenes aprendió a analizar la información de internet en su hogar.
También hizo foco en cómo los alumnos buscan la información, ya que según considera es «la materia prima donde construyen conocimiento». «Muchos alumnos piensan que la información que hay en internet es correcta», expuso y prosiguió: «Los jóvenes no se hacen preguntas, están cómodos con la tecnología, se sienten como en casa».
Sobrecarga cognitiva. El especialista introdujo en su disertación el concepto de «sobrecarga cognitiva». «Es el esfuerzo innecesario que le proponemos a los alumnos para aprender», explicó y opinó que los docentes no tienen que poner nuevos obstáculos que no tengan que ver con el conocimiento (como una fotocopia que no se lee bien). «Los alumnos acceden a información audiovisual y los docentes en la universidad les damos información textual», narró.
Otro lenguaje. Sobre ese particular, aconsejó: «Sería bueno poder pensar lo audiovisual como lenguaje, como soporte de información»; y brindó un ejemplo para trabajar un determinado concepto: «Se podría consignar a los alumnos que hagan una película de un minuto y que la traigan al aula». También se refirió a «aprovechar los tiempos muertos», como cuando los alumnos viajan, y sugirió «darles materiales para utilizar vinculados a la asignatura, como la filmación de una clase».
«Ni los alumnos saben todo sobre las nuevas tecnologías, ni los docentes tienen todo por aprender sobre ellas. Tampoco creo que los educadores tengan resistencia al cambio. El tema radica en dilucidar qué se puede hacer con esos usos y cómo se pueden generar mejores puentes hacia la universidad, pensando en cambiar algunas prácticas de la enseñanza», consideró Spiegel y apuntó: «Los docentes no tienen que temer que los alumnos se distraigan con las tecnologías móviles, eso sucede cuando no se les propone nada interesante».
«Las tecnologías móviles son la oportunidad de traer la vida cotidiana al aula», enfatizó en otro tramo de su disertación.
Fuente: http://www.lacapital.com.ar/