Este modelo fue elaborado por Benjamín Bloom en los años 70, con la premisa de que casi todas las personas son capaces de aprender si se les provee las adecuadas condiciones de aprendizaje. El enfoque del aprendizaje de dominio puede ser benéfico en ciertos entornos de aprendizaje. Por ejemplo, en un grupo de lectura remedial para estudiantes de secundaria, un programa de aprendizaje de dominio bien organizado permitiría a los estudiantes avanzar a su propio ritmo. Los alumnos motivados para hacer grandes progresos no se ven afectados por este tipo de instrucción, como ocurriría si se les colocara en un formato de aprendizaje tradicional. Un requisito fundamental es incluir actividades progresivas, de la más fácil a la más difícil. El programa debe contar con puntos de verificación en los que los educandos interactúen con el profesor para que éste evalúe su progreso y aclare sus dudas, o les proporcione ayuda especial en caso necesario.
El aprendizaje de dominio ayuda a los docentes a manejar de manera eficaz las diferencias en habilidades y niveles de desarrollo. Las técnicas del aprendizaje de dominio se pueden implementar utilizando centros de aprendizaje y grupos pequeños. Los niños se colocan en los diferentes centros y grupos de acuerdo con sus niveles actuales. Luego, avanzan en los diferentes niveles a su propio ritmo. El aprendizaje de dominio también aumenta la autoeficacia de los estudiantes para el aprendizaje. Conforme observan su progreso al terminar las unidades, creen que son capaces de aprender más. Es especialmente importante aumentar la autoeficacia de los estudiantes remediales que han enfrentado fracasos en la escuela y dudan de sus capacidades para aprender, así como la de los niños pequeños con experiencias y habilidades limitadas.
En la práctica, el aprendizaje de dominio no ha logrado eliminar las diferencias de rendimiento entre los estudiantes: si se les permite avanzar a su propio ritmo, algunos estudiantes aprenderán mucho más que sus compañeros, y el profesor puede verse obligado a frenar su progreso mientras los demás se ponen al corriente (lo que les puede provocar frustración y desaliento).
La instrucción directa
Si el aprendizaje de dominio se preocupaba especialmente por el progreso individual de cada estudiante, la instrucción directa centra su atención en el progreso del grupo de alumnos, ya que se deriva de estudios en los que se comparaban maestros cuyos estudiantes aprendían más de lo esperado. La instrucción directa (Rosenshine, 1979), similar a la enseñanza activa (Good, 1983), se puede considerar un método de enseñanza de las destrezas básicas, entendidas como el conjunto de conocimientos y capacidades bien estructurados necesarios para el aprendizaje posterior y que pueden enseñarse paso a paso. A partir de la investigación sobre la instrucción eficaz, Rosenshine identificó seis funciones de la enseñanza que pueden servir como lista de verificación o marco de referencia para la enseñanza de destrezas básicas. Éstas son:
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Organizacion practica y sistematica para aplicar el aprendizaje para el dominio en la escuela básica
Antes de describir una forma de implementar la estrategia del «aprendizaje para el dominio» en la escuela básica, recordemos algunas de las características de nuestro sistema actual de instrucción:
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Para aplicar la estrategia de «aprendizaje para el dominio», los docentes deben estar convencidos de los efectos negativos de esta generalizada práctica pedagógica, e internalizar el principio de que todos los alumnos pueden aprender y de que todos aprenderán. Block (1977) sugiere, que se comience con áreas que envuelvan destrezas básicas como las matemáticas y la escritura. Cualquier estrategia de «aprendizaje para el dominio» debe fundamentarse en:
a) Establecer un sistema de evaluación basado en criterios
b) Enfatizar la retroalimentación y la implementación de actividades correctivas durante el aprendizaje.
En líneas generales y siguiendo el modelo de Block y Anderson, el plan de acción para aplicarla estrategia de cualquier área ó asignatura de la educación básica, debe cumplir con las siguientes fases:
1. DEFINICION DEL CRITERIO DE DOMINIO
Para usar una estrategia de «aprendizaje del dominio», el docente debe considerar previamente dos condiciones: a) Definir el criterio de dominio que corresponde a una asignatura en particular, y b) Preparar el curso para que la mayoría pueda alcanzar el nivel de dominio establecido para esa asignatura. La primera condición exige del docente definir los objetivos generales y específicos de la asignatura, en cada uno de los tres lapsos escolares de nuestro sistema educativo. Los objetivos, además, deben tener una secuencia lógica y jerárquica (de menor a mayor dificultad) o lineal (cuando la conducta implícita en un objetivo debe dominarse antes que la de otro objetivo).
El docente, además, debe preparar una prueba sumativa al final de cada lapso, basada directamente en esos objetivos, y decidir un criterio de dominio en términos de un porcentaje determinado de objetivos logrados.
Para cumplir la segunda condición-dominio de la asignatura por parte de todos (o la mayoría de) los alumnos-, el docente debe distribuir cronológicamente los objetivos específicos de cada lapso en períodos de evaluación formativa que no sobrepasen las dos semanas, a fin de que se puedan tratar a tiempo las dificultades de aprendizaje e implementar las medidas correctivas necesarias.
2. PLANIFICACIÓN
Esta fase consiste en diseñar el proceso de enseñanza-aprendizaje, objetivo por objetivo. La inclusión de procedimientos de retroalimentación y correctivos es de suma importancia para ayudar a aquellos alumnos que no hayan alcanzado el nivel de dominio exigido. La prueba formativa tiene precisamente esa finalidad; determinar en qué medida el alumno va progresando y cuáles son sus dificultades. La forma de corregir estas dificultades dependerá de las características de cada alumno. En la estrategia del «aprendizaje para el dominio» el tratamiento de las dificultades de aprendizaje es la parte fundamental del proceso de enseñanza-aprendizaje. Esto explica por qué
no es suficiente preparar pruebas formativas y ofrecer retroalimentación a los alumnos. Es necesario que los docentes diseñen planes correctivos y los incluyan en el desarrollo de sus clases, y no como simples tareas para la casa.
3. DESARROLLO DEL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
Una vez definido el criterio de dominio de la asignatura, construida una prueba sumativa y establecida la estrategia para evaluar formativamente cada uno de los objetivos, el docente esta listo para iniciar su enseñanza. En su exposición inicial debe orientar a los alumnos acerca de la estrategia del «aprendizaje para el domino». Explicarles la posibilidad de que todos pueden obtener altas calificaciones. Esta introducción intenta informar a los alumnos acerca de lo que se espera que ellos aprendan, cómo se espera que lo aprendan y en qué nivel de dominio.
4. ASIGNACION DE CALIFICACIONES
Al termino de cada lapso, el docente aplicará una prueba sumativa basada en los objetivos fundamentales desarrollados durante ese período, y establecerá un criterio de dominio en términos de un porcentaje determinado de objetivos logrados. Si la estrategia de aprendizaje para el dominio» se ha aplicado rigurosamente, la mayoría de los alumnos debe satisfacer el criterio establecido y, en consecuencia, debe haber aprobado la asignatura respectiva en el lapso correspondiente.
El aprendizaje de dominio tiene éxito cuando los estudiantes reciben el tiempo y el apoyo que necesitan para aprender, especialmente mediante la instrucción correctiva ofrecida por tutores o miembros del grupo de aprendizaje cooperativo. Es especialmente útil en el aprendizaje de conceptos o destrezas claves que sirven de base para el aprendizaje posterior.